Estamos muy emocionadas, mi equipo y yo, porque el contenido de hoy, en todas nuestras plataformas, es una alianza que hicimos junto a una cuenta de libros llamada LPD (libros por doquier). Ellos son Juan Pablo Abolio, Karla Leal y Vanessa Lentini. Decidimos crear '‘Del papel a la cinta'' en donde estaremos compartiendo nuestras opiniones acerca de aquellos libros llevados a películas.
Por: María Verónica Beltrán
El día de hoy hablaremos sobre el largometraje ‘Charlie y la fábrica de chocolate’.
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Foto: Filmaffinity
Volvemos al 2005 y nos encontramos con esta nueva adaptación de la historia de la fábrica de chocolate de Willy Wonka; en donde Charlie Bucket, un niño pobre de buen corazón, junto a cuatro niños insolentes —ganadores del boleto dorado—, recorrerán la dulce fábrica y enfrentarán los distintos retos que se les presenten.
El enfoque que le otorgó Tim Burton es simplemente extraordinario. Sabemos que este director es caracterizado por llevar un estilo peculiar, sombrío, extravagante y tiende a crear mundos fantasiosos. Lo podemos ver en ‘El joven manos de tijera’, ‘El extraño mundo de Jack’, ‘Beetlejuice’, ‘Alicia en el país de las maravillas’ o en ‘Big fish’. Usualmente, los protagonistas de sus historias son personas marginadas, con un aspecto gótico y suele repetirse esta estética en todas sus obras, le llaman ‘‘cine burtoniano’’ ya que logra transmitir sus gustos, emociones y su original forma de crear cine.
A pesar de que ya existiera una película de Willy Wonka de los años 70, Tim con este remake logró marcar a una generación entera que creció con esta nueva versión. Los escenarios creados por Burton realmente son fascinantes y memorables; además de resaltar el soundtrack que le da el toque perfecto de fantasía, aventura y diversión.
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